23 de julio: Los electores españoles están convocados a depositar su voto en los comicios más importantes y transcendentales de los últimos tiempos.
España se juega mucho, en esta jornada de la gran fiesta democrática. España se juega mucho en unos comicios que ya hemos calificado, desde hace unas semanas, desde la convocatoria de las mismas, por Pedro Sánchez a toda prisa, en la mañana del 29 de mayo, tras el severo varapalo que sufrió en los comicios autonómicos y municipales, como de muy importantes. Transcendentales.
De eso quedó constancia expresa esa misma mañana de la convocatoria presidencial. Y ante la que, a pesar de obedecer de todo punto, a una convocatoria en pleno período vacacional, con altas temperaturas, que oscilarán previsiblemente entre 35 y 40 grados en todo el país, en mitad de un puente festivo en buena parte de España, ya han respondido con un extraordinario sentido de la responsabilidad e impecable sentido democrático más de dos millones y medio de electores, depositando su voto por correo. Lo que pone de manifiesto y deja constancia expresa de importancia, como hoy titulamos, de estas elecciones.
Una convocatoria sumamente importante, decisiva, de una gran responsabilidad y un más que profundo compromiso y de las que se espera la conformación de un Parlamento, con un Congreso de los Diputados y un Senado, que respondan con todas sus energías a las delicadas y graves problemáticas de los tiempos actuales, con ese gran sentido de la esperanza, de la capacidad de lucha y del honor de los españoles.
Precisamente, porque España se enfrenta a una jornada democrática con mucho en juego, en todos los ámbitos, en todos los campos y en todos los sectores de la sociedad, dejamos constancia de nuestro llamamiento y deseo expreso al voto, por parte de todos los ciudadanos.
España, como señalamos en el titular de este editorial, vota hoy en las elecciones más importantes de los últimos tiempos.
Ahora y siempre: Adelante, España.