Más de 800 personas han participado en los cursos, talleres y actividades organizadas por  la XXXI edición de la Universidad de Verano de Maspalomas, con un amplio programa formativo  con 25 cursos y talleres, más de 30 actividades.

El acto de clausura contó con las intervenciones de la concejala de Presidencia, Recursos Humanos y Cultura del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana, Elena Álamo Vega; la concejala delegada de Cultura del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana, Esther Delgado, y el director de la Universidad de Verano de Maspalomas, Germán Santana Pérez.

Elena Álamo Vega agradeció el esfuerzo de la organización y del personal del Ayuntamiento, así como la implicación de todos los profesores, especialmente de  Judith Pezoa que cada año se involucra de manera personal, para ofrecer un  taller de Canto que, por su alto nivel, siempre cuenta con un gran número de alumnos procedentes de varios municipios de la isla.

Del mismo modo Elena Alamo ha dejado constancia del éxito de la Universidad de Verano de Maspalomas que ya acaba de celebrar su trigésima primera edición, mostrando su mayor satisfacción y haciendo votos para continuar con una iniciativa de tanto arraigo en Maspalomas.

Por su parte, Esther Delgado resaltó la variedad de ponentes en diferentes materias que han participado y felicitó  al alumnado que ha podido asistir  y disfrutar del amplio  programa formativo y  de las diferentes actividades musicales que se han celebrado en el municipio.

Germán Santana se mostró «muy satisfecho con el resultado de esta edición» y destacó el nivel de los ponentes, tanto profesionales y expertos de Canarias, como la actriz Silvia Marsó, miembro de la Academia de las Artes y las Ciencias de España, o los escritores Carlos Taibo, José Manuel Fajardo o Karla Suárez.  

Por su parte, el escritor y filósofo Carlos Taibo, ponente de ‘La construcción de la nueva utopía del siglo XXI’, apuntó que «no hay ninguna revolución que no haya comenzado antes con un sinfín de pequeñas iniciativas«, como una de las bases de la construcción actual de una nueva realidad utópica.

Taibo aseguró que «si el concepto de colapso da cuenta de lo que nos espera, las reglas del juego vienen marcadas desde fuera y no tendremos capacidad de actuación». No obstante, surgen hoy día dos bases que auguran un futuro más optimista: «por un lado el hecho de que en los países ricos del norte pueda haber una organización basada en el apoyo mutuo solidario frente al idealismo lacerante actual«.

Y en segundo lugar, «en recintos del sur persisten culturas precapitalistas que no se han dejado seducir por el beneficio, la acumulación y la usura. Son estas las que configuran una resistencia interesante frente a la lógica dominante que nos conduce al colapso. Entiendo, por eso, que mi postura no es particularmente pesimista«.