El presidente del Club Rotario destaca que la convivencia intercultural modélica que destila Maspalomas es el germen de su éxito como destino turístico.
Los estrechos lazos de entendimiento y colaboración social y cultural que mantienen desde 1981 el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana y el Club Rotario del municipio se fortalecieron en el acto conmemorativo del Día Internacional de la Paz, celebrado de manera conjunta en el entorno natural del Parque Tony Gallardo, con una mención especial al 75 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
El alcalde Marco Aurelio Pérez Sánchez, en su salutación, agradeció a los rotarios “el importante trabajo de recordarnos a todos la necesidad de vivir en paz y en armonía, no sólo en la relación y el contacto cotidiano con los demás sino también en lo interno de cada uno, porque cada persona debe de contribuir a un mundo mejor desde la perspectiva que sea capaz de entender y desarrollar”, dijo.
En el acto, donde todos los asistentes recibieron una rosa blanca para recordar la efemérides, también intervino Arista Jaime Báez como portavoz del Distrito Rotary 2201. Compartió reflexiones sobre el papel de los rotarios en la promoción de la paz mundial mediante su apoyo al desarrollo de programas humanitarios contra la pobreza, la discriminación, las tensiones étnicas, la falta de acceso a la educación y la distribución desigual de los recursos y destacó que “Nuestro compromiso con la construcción de la paz en la actualidad se enfrenta a nuevos desafíos. Nos preguntamos cómo podemos maximizar nuestro impacto y lograr un cambio duradero”.
También recordó las cuatro “funciones esenciales” que los rotarios desempeñan como promotores de la paz. Como “practicantes” en la lucha contra las enfermedades, la provisión de saneamiento y agua potable, la mejora de la salud materno-infantil, el apoyo a la educación y el fomento de las economías locales; como “educadores”, capacitando a más de 1.600 becarios para convertirse en agentes efectivos de la paz en el desempeño de sus carreras en los gobiernos, la educación y las organizaciones internacionales; como “mediadores” humanitarios en las negociaciones cruciales de ceses al fuego en las zonas de conflicto para permitir que los sanitarios lleguen hasta los niños en peligro, especialmente en el contexto de la erradicación de la polio; y finalmente como “promotores” imparciales en los procesos de paz y en las fases de reconstrucción social tras los conflictos. Aludiendo al decano rotario en la ONU, Ed Futa, insistió en que “la paz no es sólo una palabra, sino que debe vivirse, porque su construcción es una necesidad imperante, requiere compromiso, colaboración, paciencia y resiliencia”, señaló.
Convivencia modélica
Daniel Bazán Lorenzo, presidente de los rotarios del municipio, quien disertó sobre la Declaración Universal de los Derechos Humanos y su 75 aniversario. Puso el acento en los dos primeros artículos de la Carta, relativos al nacimiento libre e igualitario de todos los seres humanos y a la libertad y derechos que toda persona tiene sin distinción de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión, origen social, posición económica, nacimiento o cualquier otro condicionante. Argumentó que tales derechos “pueden visualizarse y sentirse en Maspalomas, donde se ha logrado que las personas, de 127 nacionalidades diferentes, vivan en paz, primando la convivencia y el respeto a los derechos humanos”. Para acentuar esa percepción, el presidente de los rotarios aludió a una expresión textual del sociólogo y matemático noruego Johan Galtung: “Maspalomas es un mundo de paz en miniatura, un modelo a seguir”, dijo. Y afirmó que la convivencia modélica y la colaboración intercultural que destila Maspalomas “hacen posible su éxito como uno de los destinos turísticos más importantes del mundo con más de un millón de visitantes anuales de todo tipo de países, religiones y tendencias sexuales”.
El presidente de los Rotarios de Maspalomas recordó que fue aquí donde se construyó el primer templo ecuménico de Europa como espacio de diálogo religioso “donde conviven en armonía y tolerancia prácticamente todas las iglesias oficiales y libres y todas las patrias del mundo”, y aludió también como insignia cultural de esa tolerancia al bosque escultórico que constituye el Parque de la Paz, inaugurado el miércoles 25 de marzo de 2015 por el Ayuntamiento y la comunidad indostánica del municipio, dedicado al civismo, la no violencia y la solidaridad que compendian el pensamiento referencial de Mahatma Gandhi.
Bazán también destacó como símbolo icónico de la amabilidad de Maspalomas, reconocida como Ciudad Rotaria de la Paz el 29 de marzo de 2016, la escultura ‘Amistad universal’ situada en la rotonda central de la Avenida Touroperador Tui de Campo Internacional. Fue regalada al municipio por los rotarios locales, y en su materialización conceptual forjada en acero cortén destacan como elementos figurativos un montículo de dunas, una onda de mar en forma de ola, cinco manos entrelazadas que representan la esperanzada unidad y solidaridad de las cinco razas y de los cinco continentes, y la rueda dentada emblemática de los rotarios como alegoría de la civilización y su movimiento en pos de una sociedad mejor y más justa.