Hacia las siete de la mañana se incrustaban unas hermosas ráfagas de color en el amanecer de Maspalomas

Toda una belleza con el cielo cuajado de unas hermosas y muy sugerentes y atractivas pinceladas de esos colores tan característicos y frecuentes en los amaneceres de Maspalomas y que se adornan en una llamativa acuarela abierta a todos.

Una mezcla de colores, de tonalidades y de pinceladas, de la marca Maspalomas, tan propio de este hermoso rincón, que seduce con su belleza y hermosura, lenta y fulgurante a la vez, valga la contradicción, y que se expande por la densidad de los cielos y que invitan a una detenida contemplación, antes de que desaparezcan esos haces de luz que, como siempre, llaman la atención de todos por su hermosura y belleza con la que se abre el día.

Un aliento de luz, un hálito de amanecer, un abanico de colores, conformado por unas tonalidades que invitan a todos a la contemplación de ese colorido tan lleno de tan variadas pinceladas y con las que merece la pena abrir los ojos a los buenos días…