El jueves publicábamos una información de la Concejalía de Seguridad, del Ayuntamiento, sobre la intensificación de los controles para erradicar la venta ambulante. Y un artículo en el que apuntábamos el acierto de la medida y otros puntos.

No nos equivocamos mucho ayer. La información por parte de la Concejalía de Seguridad subrayaba la mayor vigilancia, controles policiales y medidas extremas, por parte de las Unidades de Seguridad Ciudadana y de Extranjerías y Fronteras de la Comisaría de Policía Nacional de Maspalomas, con el fin de desmantelar la «ordenada» venta ilegal en la Playa de Maspalomas, con «una notable reducción de los vendedores ambulantes que ocupan ilegalmente la vía pública causando molestias a los turistas y viandantes”. Sobre todo en el Paseo Costa Canaria, el tramo de paseo colindante con La Charca de Maspalomas, los centros comerciales Oasis y Anexo II, y las inmediaciones del Faro de Maspalomas.

Lo que, como pudimos comprobar en la mañana del viernes, es totalmente cierto. Se ha reducido esa masiva presencia de vendedores «ilegales«.

Fotografía tomada el viernes, 8 de septiembre, hacia las once de la mañana

Así mismo, ayer publicábamos un artículo de Juan de la Cruz titulado «Vendedores ilegales en la Playa de Maspalomas» destacando que se trata de «Una decisión tan acertada como retrasada. Con todo el sentimiento humanitario ya era hora que la Policía Municipal y Nacional se pusieran las pilas y eliminen la venta ambulante de la Playa de Maspalomas», un lugar emblemático en el panorama turístico español y europeo, siempre repleto de turistas, al calor del buen tiempo, del buen ambiente, de la buena mar atlántica, entre la agradabilidad, el descanso, el relax…

Del mismo modo Juan de la Cruz señala en su artículo que «con las visitas de las «correspondientes patrullas de la Policía Municipal, por las circunstancias que hayan sido, no haya hecho más que de cuando en vez darse una vuelta por la zona, ver cómo los vendedores ilegales recogen su mercancía a toda mecha, se la ponen al hombro y salen escopetados camino de ocultarse tras los jardines o edificios próximos», y añade «quizás, con esa visita, los vendedores ilegales ya no regresen a su lugar habitual en un día. O quizás, en un rato, hasta que la patrulla de la Policía Nacional haya abandonado el lugar de referencia, en las transacciones habituales de este hábito que es necesario desmantelar de una vez por todas. Pero los ilegales ya conocen los hábitos policiales. Y al día siguiente, delante de hoteles, de restaurantes, de cafeterías, en las proximidades más inmediatas de centros comerciales, los vendedores vuelven a sus andadas. No sabemos si burlándose de la permisividad de la los agentes de la Policía Local y Nacional, de los comerciantes de la zona, de los paseantes por la playa. O de todos a la vez».

El viernes, hacia las once y media de la mañana, delante del Hotel Faro, ya había instalado uno de esos puestos de venta «ilegal», tal como se puede apreciar en la fotografía que hoy les ofrece el periódico «maspalomasplus.com«, tomada, evidentemente, con extrema cautela y dificultad, para evitar alguna complejidad, ajena a nuestro espíritu ciudadano y de cumplir con la ley debidamente. Y con el mayor respeto por parte de todos.

Fotografía tomada el viernes hacia las once y media de la mañana

Pero los primeros que tienen que cumplir con las leyes son, precisamente, los vendedores «ilegales» que perturban la dinámica ciudadana habitual, transgreden la ley y tratan de burlar, lamentablemente, la vigilancia policial. Y, desde aquí, nuestro apoyo y aplauso a los miembros de la Policía Municipal y Nacional.