La decisión respecto a la capitalización de los 64 millones de euros que debe a Santander, CaixaBank y Sabadell se espera en septiembre.
El periódico «Okdiario» publica en su edición de hoy que el Grupo Armas Trasmediterránea, liderado por JP Morgan, JP Morgan, Barings, Cheney Capital, Bain Capital y Tresidor, los accionistas mayoritarios de la compañía han decidido aparcar la venta para priorizar el reflotamiento de la empresa hasta que el titular del Juzgado Número 1 de Las Palmas de Gran Canaria, decida sobre la petición de la gran banca (Santander, CaixaBank y Sabadell) de capitalizar los más de 64 millones de euros que la compañía canaria les debe. Tal como acreedores y empresa esperan, la decisión judicial se producirá el próximo mes de septiembre.
Los fondos consideran que les será más rentable sanear la compañía antes de proceder a su venta; para lo que, según se rumorea en el mercado, ya ha dado un encargo a Houlihan Loke –uno de los bancos que asesora la compañía en su reflotamiento- la búsqueda de potenciales compradores. Algo que, al menos sobre el papel, no parece difícil habida cuenta de la estrechez del mercado donde Balearia, Grimaldi e, incluso, Boluda, aparecen siempre en todas las barajas.
De hecho, Trasmediterránea ya vendió hace dos años a la monegasca Grimaldi sus rutas y flota entre la península y Baleares para reducir deuda.
Recapitalización y polémica
Armas Trasmediterránea logró a finales de abril un acuerdo con buena parte de los acreedores para refinanciar y recapitalizar la deuda del Grupo. Fundamentalmente, los bonos emitidos por la naviera (445,9 millones de euros) que, tas su conversión en acciones, dejan la deuda de la empresa en 178,4 millones.
Sin embargo, ese acuerdo no incluyó el de la gran banca, concretamente al Banco Santander, CaixaBank y el Banco Sabadell, con quien Naviera Armas mantiene una deuda superior a los 64 millones de euros. El motivo: el plan diseñado por los fondos y Sergio Vélez (manager general FTI Consulting, consultora especializada en reflotamientos de empresas, administración de concursos y fusiones y adquisiciones) incluye una quita del 100% de la deuda bancaria. Por ello, los bancos recurrieron al juzgado grancanario para conseguir capitalizar toda o, al menos, una parte de la deuda.
Los términos alcanzados en el acuerdo marco, incorporan el compromiso de los nuevos accionistas mayoritarios de aportar hasta 73,3 millones para cubrir cualquier necesidad de liquidez del grupo mientras se lleva a cabo la recapitalización. Sin embargo, como anticipó OKDIARIO, esos recursos no le salen baratos a Naviera Armas, ya que se aportaron como crédito a cinco meses y un tipo de interés del Euríbor más el 10% en efectivo y del Euríbor más el 5% en acciones adicionales.
Una vez completado el acuerdo, el accionariado de la compañía está compuesto principalmente por vehículos de inversión asesorados por JP Morgan, Barings, Cheney Capital, Bain Capital y Tresidor (94% del capital), como principales acreedores y por la familia Armas, fundadora de la empresa, que mantiene el 6% restante.
Reflotamiento en curso
El plan de reflotamiento puesto en marcha por el equipo de Naviera Armas, dirigida con Sergio Vélez como consejero delegado (CEO) al frente pasa por mejorar la solvencia de la compañía y, con ella, conseguir que su rating (calificación de riesgo crediticio) suba tras la recapitalización.
En el plano comercial, el objetivo es mejorar el servicio y disponibilidad de plazas para conseguir incrementar los tráficos y la ocupación de los barcos y, como consecuencia, consolidar la posición de liderazgo ante los competidores, principalmente en las rutas entre Canarias y la península. Además de prever la optimización y renovación de la flota en las rutas en Canarias, el estrecho de Gibraltar y de Hermes, su filial de transporte terrestre de mercancías.
Desde el punto de vista de la actividad, la nueva dirección pretende impulsar el ritmo de mediante un aumento de la eficiencia basado en desarrollar sinergias entre las flotas de la propia Naviera Armas y de su filial Trasmediterránea.
El Grupo Armas Transmediterránea ha estado asesorada por Houlihan Lokey como asesor financiero en las negociaciones con los acreedores, y por FTI Consulting en la preparación del plan de transformación y mejora de las operaciones de la compañía, y su implantación.