Por AGUSTÍN SANTANA
Una experiencia que hay que vivir. Este sábado pasado mi nieto Alvaro comenzó a conocer y amar el pescado. «Volveremos»: con nueve años siempre lo dice, cuando algo le gusta de verdad.
El Norte de Tenerife es una de mis grandes pasiones, y uno de mis guachinches preferidos es el Restaurante La Pimienta en La Matanza.
Hace muchos años llamé para asegurarme que estaban abiertos y me dijeron que no, que los pescadores no habían salido por el estado de la mar, y si los pescadores no salen La Pimienta no puede abrir. No hay congelador, el pescado viene directamente del barco al mostrador de los clientes. Cuando se viaja a Tenerife una visita al Norte con mucho tiempo libre es obligada. Y comer un día en La Pimienta una experiencia.
Este fín de semana estuve en Tenerife, y cumplí con tres de mis visitas preferidas: La Laguna, La Orotava y el Restaurante La Pimienta. De La Laguna y de la Orotava les hablo en los dos siguientes artículos, ahora toca La Pimienta. No se lo pierdan.
El Chef José Domingo está atento a todos los calderos, planchas y fuegos de la cocina. Mi nieto Alvaro se enamoró este sábado día 8 de julio del pescado.
Lo primero es elegir el pescado y la forma en que lo quieres. Lo ponen en una palangana de plástico con tu nombre y llegará a tu mesa cuando hayas terminado con los entrantes.
Una vez elegido tu pescado te asignan la mesa y pides los entrantes. Los calderos para las viejas, para el pulpo y con las planchas controladas por José Domingo y sus cocineros,
Mi nieta Martina mira atentamente. La atención de todo el personal de diez.
El Pulpo, los Camarones, el Gofio y el Mojo no pueden faltar.
La Vieja es uno de los pescados más apreciados y emblemáticos de Canarias, y su fama se reconoce en el plato de la mesa. Se alimenta en las rocas de algas, sebas, crustáceos y pequeños moluscos. Tiene una textura muy delicada, un exquisito sabor y nos recuerda mucho al marisco. Se puede preparar de muchas formas. Yo siempre la pido guisada y en La Pimienta le dan el punto exacto. Maravilloso.
Un Jurel a la plancha hizo las delicias de mis nietos.
Y el Cantarero frito una delicia del mar.
Hace unos años a nuestros amigos Carlos y Pepi de Cáceres, que disfrutaron de La Pimienta, les maravilló este cantarero. Un trocito con su piel crujiente despertó el interés de mis nietos. Al decir de Alvaro: VOLVEREMOS.
NO SE LO PIERDAN. No hacen reserva. Abre todos los días menos el lunes, de 12:30 a 16:30. Si van en sábado o domingo y no quieren esperar mucho de 12:30 a 13:00 es la mejor hora. Después habrá que esperar… Pero dará igual. Lo merece.