Marco Aurelio, alcalde, y Alejandro Marichal, primer teniente de alcalde, en San Bartolomé de Tirajana, van a por todas. Sencillamente. Lo saben sus respectivos equipos y asesores y lo deben de saber, al tiempo, todos los vecinos.
Y es que la situación en la que la socialista Conchi Narváez ha dejado el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana, con un cuatripartito en el que, según muchos, no había forma humana de entenderse, pues, claro, cada uno acababa yendo por un lado. De este modo la regidora anterior ha legado una herencia complicada ante la que no va a tener más remedio que hacer frente Marco Aurelio, en lo que se conforma como su quinta etapa al frente del gobierno municipal.
Para ello, tras una campaña fuerte y autoexigente, que fue el primer planteamiento que impuso Marco Aurelio, larga, sin desmayo y con una actividad expansiva, de acercamiento a los vecinos, a los barrios, a las asociaciones, a los colectivos más diversos, con un programa ilusionante y con unas propuestas que, hasta donde podemos conocer, pretende haber cumplido al final de su mandato. Mayo de 2027.
Y mientras pasaban las horas de una jornada laboral con la revisión de los votos, se llegó a un complicado mapa en el reparto de escaños: 7 concejales para PP-AV, 7 ediles para Coalición Canaria, 6 para el Partido Socialista y 5 para Nueva Canarias. Pero en función de los resultados y de la cercanía entre PP-AV y los nacionalistas, se impusieron las primeras conversaciones entre Marco Aurelio y Alejandro Marichal.
Avanzaron con rapidez y sin muchas adversidades en el camino, que ya conocían ambos cómo se podrían desarrollar las conversaciones y hasta un reparto aproximado de las responsabilidades de Gobierno. Los tiras y aflojas propios de esos encuentros, que, aún a pesar de la cordialidad y la proximidad, pues también conllevan una carga de fuerza y adquirir las competencias más adecuadas.
Todo marchaba bien entre ellos, desde la cautela, la discreción y hasta la carencia de demasiados datos, incluso en sus colaboradores más cercanos. Y cuando ya tenían recorrido un trecho significativo, los líderes regionales de ambas formaciones políticas, Fernando Clavijo, de Coalición Canaria, y Manuel Domínguez, del Partido Popular, apretaron el acelerador a tope con los resultados de las elecciones autonómicas a mano. No lo tenían demasiado fácil, para no engañarnos. Pero desde unas reuniones presididas por la buena voluntad, lograron un acuerdo, al que se sumaron Agrupación Socialista Gomera y Agrupación Herreña Independiente, con el que van a desbancar a Angel Víctor Torres de la presidencia de Canarias en los próximos días. Cuando Angel Víctor se las prometía felices para repetir mandato. De resultas de ese pacto el ya presidente en funciones no hace más lanzar mensajes que no van a ninguna parte: Que se trata de un pacto de perdedores, que hay que cambiar la Ley Electoral…
De estas últimas negociaciones entre Fernando Clavijo y Manuel Domínguez salió algo más que un pacto de gobierno en el Archipiélago Canario. Salió un gran derrotado: El Partido Socialista bajo la dirección de Angel Víctor Torres, que no ha sabido administrar el caudal que mana de la presidencia del gobierno, cuajado de competencias y presupuesto. También salió algo más: Un mensaje de ilusión para el Partido Popular y Coalición Canaria, que ha empezado a tomar cuerpo por toda la geografía del Archipiélago.
Marco Aurelio y Marichal, con las bases de su acuerdo en San Bartolomé de Tirajana, ya preestablecido, salvo algunos flecos que siempre quedan, más aquello de dar la tabarra y sembrar un pequeño campo de dudas, hasta donde se nos confirman, vieron ese nuevo horizonte. Con los teléfonos ardiendo, a diversas bandas, los líderes de las fuerzas ganadoras pusieron los primeros nombres en las áreas y competencias, Elena Alamo, Esther Delgado, Ramón Suárez, José Carlos Álamo, Araceli Armas, Eduardo Armas, Davinia Ramírez, Lucía Jiménez, Yilenia Vega, Alexis Moreno, Ruymán Cardoso y Dimas de la Cruz.
Y nueve días después de los comicios ya se firmaban el acuerdo programático con las líneas bases del operativo en la legislatura que da título a este artículo: El mejor cambio en San Bartolomé de Tirajana.
El pasado sábado se constituía en la Casa Consistorial de Tunte el nuevo Ayuntamiento.
Posteriormente, a lo largo de esta semana, ya se iniciaron los preparativos para una legislatura en la que Marco Aurelio y Alejandro Marichal se han comprometido, con las manos selladas, y las miradas claras y directas, a trabajar por cambiar San Bartolomé de Tirajana, como se suele decir en los ámbitos coloquiales, de cabo a rabo, o, si se prefiere. de arriba a abajo, y llevar al municipio al lugar que le corresponde. Trabajo, pues, van a tener. Y mucho.
Para ello resulta obvio que tras el paso de la socialista Narváez y sus huestes, que ha dejado el solar desmantelado, resultaba evidente que todos los concejales del equipo de gobierno se comprometieran a entregarse al máximo.
De este modo se perfiló el camino que ahora se inicia en y por parte del nuevo equipo de gobierno en San Bartolomé de Tirajana y que, acorde con los resultados, queda claro que se ajusta, claramente, a la voluntad popular de las mayorías, como la que lograron armar Fernando Clavijo, próximo presidente del Gobierno de Canarias, y Manuel Domínguez, próximo vicepresidente del Gobierno de Canarias.