Con 3.000 horas de sol año, Maspalomas se conforma como un privilegiado rincón en San Bartolomé de Tirajana, pleno de bellezas y de sortilegios, pasó, allá por los años sesenta del pasado siglo, de ser un lugar que prácticamente vivía en el olvido, entre las dunas, la mar y la soledad, pasó a irse transformando, de una forma manifiestamente acelerada, y no siempre acertada, eso sí, a convertirse en uno de los lugares más deseados, turísticamente hablando.
En Maspalomas siempre está garantizado el buen tiempo y el sol
Un cambio absoluto de su fisonomía, como recordábamos ayer desde las páginas de «Maspalomasplus,com», al hilo de unas fotografías extraídas de un NO-DO de los años sesenta, entre inmensos arenales y palmerales, con algún que otro camellero tirajanero atravesando el largo recorrido de las dunas de cuando en vez, con unos palmerales exóticos y agrestes, y el faro…
Todo un esfuerzo y toda una apuesta, desde el Gobierno y de la mano cuidada y, a la vez, arriesgada, por parte de los emprendedores, que fueron descubriendo, de forma paulatina, la riqueza climática de la isla, en general, y fundamentalmente, en particular, del sur. Y que hoy se conforma a través de una impresionante panorámica de hoteles, núcleos residenciales, viviendas, campos de golf, y playas, playas eternas, invadido, todo ello, de restaurantes, de cafeterías, de tiendas y comercios de todo tipo, de grandes paseos, de atractivos deportivos, y, sobre todo, de esas 3.000 horas de luz al año, y, a la vez, de belleza y sugerencias.
Un bellísimo amanecer sobre las Dunas de Maspalomas. (Fotografía Cabildo de Gran Canaria)
Al hilo de ese desarrollo y crecimiento turístico, bastante desordenado en muchos casos, se generó todo un mundo de crecimiento empresarial, turístico y económico, de una gran repercusión, hasta lograr alzarse en la locomotora de la economía canaria. Y es que, sencillamente, Maspalomas y las Islas Canarias tienen garantizado, salvo alguna mínima excepción, seguro de buen tiempo.
En este sentido hemos de dejar constancia de la voz de todos los viajeros y visitantes, que se van encantados del clima. Citando a Thomas Whitmore, director de investigación climatológica de la Universidad de Syracusa (EE.UU.) señalemos que el mismo realizó ya en el lejano 1996 que tituló como los “Índices de los climas más agradables”, donde las Islas Canarias aparecían como el lugar con el mejor clima del mundo. El estudio, publicado por el Consumer Travel Publications, se basó en la comparativa de estadísticas meteorológicas (días de precipitación y temperatura del agua y del aire) de más de seiscientos lugares del mundo.
Un clima de extraordinaria calidad que basa sus constantes en una más que privilegiada localización, tal como extraemos de la página «Hola, islas Canarias», y «cerca del trópico, en concreto, al anticiclón de las Azores, el efecto del mar y los vientos alisios que soplan del noreste. Con una media anual de 24ºC, una estancia sin temperaturas extremas está garantizada. Además, a pesar de estar en medio del océano Atlántico, la Corriente del Golfo hace que el agua tenga una temperatura media muy suave que oscila entre los 18ºC en febrero y los 25ºC en agosto. Una temperatura perfecta para poder darse un chapuzón cualquier día del año«.
Así mismo se especifica que «Las abundantes horas de luz y las escasas precipitaciones son todo un símbolo de las Islas Canarias. Además de ayudarnos a sentirnos llenos de energía, cuando exponemos nuestra piel al sol con moderación recibimos grandes cantidades de vitamina D, que, entre otros tantos beneficios, nos ayuda a reducir el estrés«.
Del mismo modo y en la página web del Cabildo de Gran Canaria se subraya que «con temperaturas medias anuales que oscilan entre los 18ºC en invierno y los 25ºC en verano, Gran Canaria mantiene un clima suave y benigno prácticamente durante todo el año«. Señalándose, del mismo modo que se trata de «Un buen tiempo producto de los vientos alisios, húmedos y frescos, provenientes del anticiclón de las Azores» y especificando que «La mezcla entre los Alisios y la orografía montañosa de la isla convierten sus zonas de costa (con una temperatura del agua que oscila entre los 18ºC y 22ºC) en uno de los lugares con mejor clima de Canarias, y prácticamente, de todo el continente Europeo«.
Un buen clima que dinamiza la vida al aire libre, el paseo, el relax, la tranquilidad, el baño en la playa, el deporte, las excursiones y una muy amplia serie de ofertas que disfrutan los turistas y de los que el catálogo se hace amplísimo.