Sería conveniente que, de cuando en vez, alguien del Ayuntamiento tome note de las negativas imágenes de Maspalomas y sus alrededores, y que se facilite la mejora de las mismas.

Maspalomas, un rincón turístico de señalados atractivos, siempre en los primeros lugares de las demandas de la península y de Europa, con unos excepcionales atractivos, con sus numerosos hoteles casi siempre con un elevado nivel de ocupación, y con toda un amplio listado de acontecimientos, como referenciaba ayer nuestro compañero Ignacio Cáceres, que le imprimen una gran vida y dinámica en el ámbito turístico, con un crecimiento económico significativo, tiene y muestra, al tiempo, una cara amarga.

Una cara amarga que es necesario lavar y arreglar en beneficio de Maspalomas. Y de la mejor defensa de su panorámica social, turística, económica, de imagen, en beneficio de todos. Por lo que, en honor a la verdad, tanto han trabajado, y mucho, los emprendedores, con duras apuestas y riesgos de sacrificio. Del mismo, por hacer justicia, que lo han hecho y llevado a cabo, en su nivel y capacidad operativa, las diferentes administraciones con competencias en la imagen de Maspalomas: la local, la insular, la provincial, la autonómica y la nacional.

Acabar con el chabolismo

Pero junto a esa panorámica de las amplias y hermosas playas, llenas de vida y de luz, de progreso, de desarrollo y sensibilidad turística, muy cerca de extraordinarios hoteles y complejos, muy cerca de todo un mundo de esforzadas empresas por parte de muchos, y, a pesar del tiempo transcurrido con el paso de los años, son muchas imágenes, demasiadas, con el rostro del abandono, de la despreocupación, de la negligencia, de la dejadez. Y, también, por tanto, son muchas, todavía, las estampas y las imágenes que se presentan a la vista de todos, con significativas muestras de marginación social, con un chabolismo atroz, que repercuten al tiempo en contra de los propios intereses de Maspalomas.

Como las imágenes que se perciben en una imagen como es la que se encuentra saliendo desde Maspalomas hacia Pasito Blanco. Una carretera que cuenta con un tránsito y un trasiego de circulación de un notorio relieve, en ambos carriles. Apenas se sube una pequeña cuesta, entre doscientos y trescientos metros, aparece, a la derecha, un camino donde se señala Las Guirreras.

Desde la misma carretera se aprecia un núcleo chabolista que desdice mucho de la imagen en un marco de tan señalada circulación como es la carretera citada. Tránsito de todo tipo de vehículos, pero, preferentemente, y con mucho, de turistas, que se encuentran con la vista ante un poblado chabolista. En primer plano, desde la carretera, como en tantos lugares de la geografía de Maspalomas, un montón de palmeras secas. Lo que se puede apreciar en tantos núcleos muy próximos a un rincón inmensa y plenamente turístico.

Estamos, pues, ante otra mala imagen de Maspalomas, que alguien tolera y consiente ante el paso de tantos visitantes y turistas, En una carretera de vital importancia en Maspalomas, camino de Pasito Blanco… Y bastante antes de alcanzar el cementerio, el Hospital Universitario San Roque o Mercadona…